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La década proyectada.

"Oh nena, en la oscuridad del cine.
Te diré cuanto amo estar en el cine.
Pero también hay espacio para vos en mi corazó
n"

 

Versos de Amor en el cine de Santiago Motorizado.

Bajo el lema EL CINE TRANSFORMA el Festival Internacional de Cine de Pehuajó celebra su décima edición con la convicción de seguir apostando (y aportando) a los lazos sociales y espacios de sociabilidad como lo son las salas cinematográficas, las bibliotecas, los centros culturales, las salas teatrales, el Salón del Municipio, e incluso los salones de usos múltiples. Porque si bien nos encanta que se vean películas, nos gusta mucho también que las personas conversen después de ver las películas… creemos que ahí se inicia la transformación, la ritualidad, otra ceremonia.

 

En una década el equipo que motoriza el festival exhibió películas junto con el Cine Móvil del Incaa en plazas, se proyectaron videoclips realizados en la provincia de Buenos Aires en un boliche, se llevó programación al pueblo vecino de Francisco Madero, hubo proyecciones en la Estación de Trenes, en la Escuela de Arte Carlos Torrallardona, entre otros espacios cargados de afectos y sentido para los pehuajenses hasta llegar a la soñada sala del Cine Zurro. 

 

¿Cuántas películas entran en una década? ¿Cuántos encuentros caben en carnavales?

¿Cuántos momentos de formación y diálogo se dieron en estos años en la Biblioteca Rivadavia?

¿Cuántas veces nos trasnochamos en los veranos hablando de películas, riendo o agendando actividades futuras? ¿Cuántas sobremesas se hicieron largas analizando escenas que no digerimos?

¿Cuántas emociones, debates, preguntas pueden surgir una vez finalizado un film?

 

En un equipo de realización de un evento cultural cabe mucho amor y solidaridad hacia un territorio y su gente, y se trabaja sin descanso para construir un público cuando se hace crecer un Festival de Cine. 

Y se aprende desde la anécdota, de los equipos que se tildan, los cortes de luz. Empezar proyectando donde se pueda, en la superficie disponible y desde la ausencia de recursos. Tejiendo redes con hacedores audiovisuales que son los mejores socios para desarrollar e idear una propuesta. 

Así arrancó esta transformación: como una actividad en la agenda cultural de una ciudad bonaerense durante el feriado de carnaval… ¡Si hasta fuimos a presentar películas bañados en espuma!. Por otro lado, a quienes somos parte de la organización, también nos transformó el cine, este festival: no imaginamos un carnaval sin películas y somos capaces de trabajar y reunirnos los domingos a la mañana para idear y resolver. 

 

Mucha información se puede cuantificar viendo los catálogos, grillas, las carpetas de proyecto que se presentan a instituciones, las fotografías, las redes sociales y sitio web, y revisando también todas las actividades paralelas que se desarrollan y que no clausuran en la experiencia de ver cine en el cine. 

 

En estos conceptos se planta la semilla de nuestra bandera: EL CINE TRANSFORMA… y nos interesa destacar las derivas de esta labor y el fomento de estos espacios. Sobre todo en este contexto actual en el que trabajadores y trabajadoras de la cultura y el arte se encuentran en estado de alerta porque en el presente y futuro cercano peligran propuestas como los festivales de cine. 

 

En tal sentido, expresamos toda nuestra solidaridad y abrazo hacia nuestros colegas que en diversos territorios de nuestro país luchan para que el acceso a la producción y a los consumos culturales sean derechos de cada habitante de nuestro suelo. Y entre todes luchamos para poder vivir felices trabajando dignamente.  

 

Entre las derivas… mencionamos los encuentros y diálogos de trabajos en proceso, los talleres, las capacitaciones, los recitales, muestras fotográficas y de artes visuales, la reciente previa del festival, los cortos realizados por jóvenes pehuajenses y otras actividades recreativas que nutrieron año a año la programación haciendo que la asistencia al festival no sea una actividad de nicho, sino un plan para todo un pueblo y sus visitantes en esos días. 

El presente del festival nos convoca en discusiones para un fomento provincial, para una política de preservación de archivos audiovisuales, formación regional, y transformación social porque este festival lo hacemos ciudadanos bonaerenses que deseamos expandir la experiencia espectatorial (y la experiencia de realización audiovisual) en nuestras ciudades, con nuestros vecinos y vecinas. 

Sabiendo que nuestra industria audiovisual (tan diversa y valorada dentro y fuera de nuestras fronteras) es una industria de artesanías, de piezas únicas, de una labor en la que los tiempos brindan maduración a los equipos humanos, a la obra, a su público durante su estreno, y durante sus futuras visualizaciones. 

 

Qué las salas, bibliotecas, plazas, calles, aulas, patios de casas, centros culturales, comedores, clubes, sociedades de fomento, salas de ensayo sigan siendo templos para cuidar el alma, para construir resistencia y desobediencia. Porque de estos lugares surge el germen de la creación colectiva, se verbalizan y cristalizan los deseos: los festivales y los carnavales... y como toda acción espontánea de un pueblo... todo sin pedir permiso.

 

Esperamos el acompañamiento y el sostén de redes entre todas las personas que trabajamos en la cultura, ya sea desde lo institucional o desde lo independiente. Entendiendo que hacer películas, proyectarlas y preservarlas es construcción de memoria, identidad y soberanía, y que todes somos responsables y guardianes de nuestro patrimonio artístico y popular. 

 

Nuestro deseo es que asistan del 6 al 12 de febrero a toda la propuesta que incluye nuestra cinematografía de bandera que va desde experiencias locales a producciones de lo más diversas, y la programación actual también cuenta con films de Brasil, Rusia, Uruguay y España. 

 

Un arte popular y en permanente mutación como el cine se teje y transforma junto a sus públicos, críticos, docentes, hacedores, historiadores, entre otros. Y este flujo o circulación audiovisual en todo el territorio nacional fortalece y mejora la democracia con más democracia. 

 

Venite, apagá el celu para disfrutar de las películas. Hay espacio para vos en la sala y también hay espacio para vos en mi corazón. 

Claudia C. Speranza

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